¡Bienvenidos a la rutina mayores molones!

Hace pocos días nos despedimos de Agosto y con la llegada de Septiembre llega la temida vuelta a la rutina, que supone retomar un ritmo de vida mucho más estresante que el que se tiene en verano. El síndrome postvacacional hace referencia a esa ansiedad que padecemos cuando tenemos que reincorporarnos a la rutina diaria, en la que experimentamos trastornos del sueño, de la memoria y el aprendizaje, sensación de cansancio, de pesadez, de estrés, etc. Pero el síndrome o depresión postvacacional no es enfermedad, sino un proceso de adaptación que según los expertos en psicología, puede resultar duro y estresante si no se toman las medidas adecuadas para afrontarlo. Se trata de un síndrome normal y habitual, con el que hay que aprender a convivir y a proponer soluciones rápidas para conseguir ganarle la batalla. Algunas actividades que los expertos recomiendan para hacer frente a este síntoma son practicar yoga, meditación o cualquier otro deporte, ya que ayudan a relajar la musculación y a mantener la mente ocupada. Con el yoga y la meditación se estimula el sistema límbico, que aumenta la receptividad emocional y la producción de endorfinas. Además se produce la estimulación del hipotálamo, que reduce las frecuencias cardíaca y respiratoria y la tensión arterial e incrementa la producción de serotonina, que es un neurotransmisor cuyo déficit está relacionado con la depresión. El deporte, también ayuda a generar endorfinas, una sustancia narcótica generada por el organismo que produce sensación de felicidad y euforia, lo que permite que la mente se libere del estrés. Para aquellos mayores que tengan que incorporarse al trabajo, los expertos recomiendan mantener ciertas rutinas durante el verano, especialmente los horarios de sueño y mostrar una actitud positiva ante la vuelta a la rutina.